La identidad del equipo de Marcelo Gallardo, el estilo de juego que, con matices, no ha cambiado en todo este tiempo, es el que suele traer también resultados.
Y si de números se trata, no hay que esforzarse demasiado para comprender la supremacía de River a nivel continental en los últimos años.
Si se empezara a contar desde 2010 (cuatro años antes de la llegada de Gallardo, con una temporada en la B Nacional incluida), Es por lejos River el club más ganador de la década en América.
El que se clasifica a la final es el bueno, sostiene hoy el colombiano Bermúdez. Pues bien: desde que arrancó la última década, River jugó ¡nueve finales internacionales y ganó siete! Y los que le siguen en esa clasificación ni siquiera se acercaron para competirle. Detrás del equipo del Muñeco aparece Independiente, con tres títulos y seis finales; luego Lanús, que con la de este sábado en Córdoba ante Defensa sumó su quinta definición for export, con un título (con el 0-3 no podrá jugar las otras dos correspondientes al 2020: Recopa y Suruga).
En la lista de equipos finalistas a nivel internacional luego están en la misma línea, con cuatro, Santos (ganó dos, perdió una y la otra se jugará el 30/1 en el Maracaná, claro), Atlético Nacional (ganó dos y perdió dos) y Flamengo (dos y dos). ¿Y con tres? Muchos: Corinthians (ganó las tres, incluido el Mundial de Clubes ‘12 al Chelsea), Gremio, Athletico Paranaense, Santa Fe de Colombia (ganaron dos y perdieron una), San Lorenzo, Independiente del Valle, Chapecoense, Universidad de Chile y Liga de Quito (ganaron una, perdieron dos). Con dos finales aparecen Internacional de Porto Alegre y Atlético Mineiro, que ganaron las dos. Y luego… Sí, Boca, que jugó apenas dos definiciones y perdió ambas, una de ellas en el Santiago Bernabéu a manos de River, en el partido más importante de la historia de los dos clubes más grandes de la Argentina. Un punto que pinta la época: en 2015 el CARP fue, al mismo tiempo, el campeón vigente de todas las competencias Conmebol (Sudamericana 14, Recopa 15 y CL 15), algo que jamás pasó (ni pasará, por el nuevo calendario) en la historia moderna del fútbol sudamericano.
Sí, Boca está muy pero muy lejos de River a nivel internacional durante la última década. Y si sólo se tomara en cuenta el ciclo de Marcelo Gallardo, la diferencia sería aún mayor. Es más: a River en este tiempo se le escaparon varias semifinales y finales por muy poquito que podrían haber estirado aún más su dominio continental: las caídas con Lanús, Al Ain, Flamengo o Palmeiras pudieron ampliar ventajas en estos ítems. Las tres finales de Copa Libertadores (2015 y 2018 ganadas y 2019 perdida por un suspiro), las tres Recopas ganadas (San Lorenzo en 2015, Santa Fe en 2016 y Paranaense en 2019), la Sudamericana 14, la Suruga 15 y el Mundial de Clubes de ese mismo año suman las nueve definiciones internacionales que pudieron ser más,justamente, porque las formas importan, porque jugando como jugó y juega River las chances de ganar son más altas.