La verdadera historia del Boca – River de Mar del Plata
Un falso pacto que fue incumplido, provocó serios enfrentamientos entre los barras, primero en las tribunas y luego en el playón.
Probablemente sea uno de los incidentes más graves que se hayan producido en la historia de los torneos de verano en Mar del Plata entre los dos equipos mas convocantes del futbol Argentino. Y el más recordado.
Estamos hablando del superclásico del 27 de enero de 2002, el día que el Boca del Maestro Tabárez le iba ganando 4-0 al River de Ramón Díaz pero a los 14 minutos del segundo tiempo se suspendió en medio de una batalla campal pocas veces vista en la platea del Mundialista.
Una batalla que no tuvo nada que ver con el resultado del partido sino con un arreglo falso con la Policía y un pacto previo de ambas barras que se hizo añicos.
Esta es la historia de una batalla campal pocas veces vista en los SuperClasicos.
Tres días antes de aquel partido en Mar del Plata, el Boca-River había tenido un capítulo en Mendoza donde el Millonario había ganado por penales. Pero lo importante no había ocurrido en el campo de juego sino en la popular Sur del Malvinas Argentinas. Allí, durante el transcurso del segundo tiempo, Los Borrachos del Tablón mostraron cuatro banderas robadas a la gente de Boca tiempo atrás.
No a La Doce, según aclara la barra de la Ribera, sino a peñas que no pudieron defenderlas. Poco importa a quién en el código criminal de las barras. Lo cierto es que La Doce tenía la idea de vengarse en el encuentro siguiente, pautado para el 27 de enero en Mar del Plata.
Dos días antes, en una estación de servicio de Camet, en el ingreso a la Ciudad Feliz, los líderes de ambas barras fueron convocados por el responsable policial del evento. Es que en 2001 también había sucedido un escándalo de proporciones: la barra de River había ingresado una bandera de cinco metros, algo prohibido por entonces por el presidente del Comité de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Javier Castrilli. Y la Policía, bajo la orden del comisario Deraldo Luiziaga, no tuvo mejor idea que ir a secuestrarla en el segundo tiempo en medio de la popular.
La batalla entre los efectivos y la barra fue tremenda y el partido quedó suspendido a los 38 minutos del segundo tiempo, cuando Boca ganaba uno a cero con gol del Chipi Barijho y el arbitraje de Héctor Baldassi. Esa jornada habían concurrido 1.000 policías al operativo.
La idea de la charla era que no se repitiera la situación dada 12 meses atrás y más con el antecedente de la provocación en Mendoza, pero en medio del intriga surgió la posibilidad de hacer, como siempre, un gran negocio. El operativo dispuesto para ese súper de 2002 era esta vez de 1.100 policías, de los cuales 850 eran considerados adicionales y se pagaban aparte.
La propuesta a los capobarras era no generar incidentes y, a cambio, reducir la cantidad real de efectivos en cancha a 400. Los otros 450 pagados pero que no iban a concurrir se dividían el monto en tercios: uno para cada pata de la mesa. Hubo apretón de manos: era una verdadera fortuna. Pero La Doce tenía otros planes… Como vendetta por lo ocurrido en Mendoza, la idea era bajar en un momento del segundo tiempo el telón y cuando se volviera a subir, se mostraran 14 banderas robadas a la gente de River, una por cada número con el que se identifican los violentos de River, y entre ellas la famosa de “Di Carlo presidente”, sustraída a Los Borrachos en 1993.
El partido, más allá de la goleada de Boca, transcurría en calma. Pero a los cinco minutos del segundo tiempo algo la alteró: un infiltrado que Los Borrachos habían metido en la tribuna de enfrente alertó sobre la movida que se venía en un ratito. Entonces la barra de River decidió actuar. Y algunos pasaron de la popular a la platea con la idea de robar banderas de los socios de Boca ubicados en ese sector. Era la época en que aún se compartía esa platea con una fila de policías custodiando el lugar e interponiéndose entre ambas parcialidades. Ese día, en vez de haber 100 uniformados como era habitual, el responsable del operativo sólo había puesto 12. Porque se suponía que había un pacto sellado.
[Video] Así corrió Boca en Mar del Plata
https://youtu.be/QIoWrVHOMs0https://youtu.be/F7PPnw1YyDk